La última semana de mayo se celebra el Día Internacional del Chardonnay, variedad conocida en el mundo como “la reina de las blancas” por ser la uva blanca más difundida y cultivada en todo el globo.
El Chardonnay originario en Borgoña, Francia, se adapta muy bien a los diferentes terroirs del mundo; es una uva muy versátil, con la que se pueden elaborar vinos jóvenes o con distinguida evolución. El punto de madurez de cosecha será el que determine la crianza de este blanco por un determinado tiempo.
Denis Vicino, enóloga de Finca La Anita explica las características de los dos Chardonnay que se elaboran en la bodega de Alto Agrelo con uvas propias de la finca, ubicada a 1100 metros sobre el nivel del mar.
“En Finca La Anita tenemos dos perfiles bastante distintos; en la línea Finca de Finca La Anita, un Chardonnay más joven, fresco, fácil de beber con acidez muy marcada, pero a su vez muy elegante. Sugerimos usarlo como aperitivo o bien para acompañar la comida”.
“En tanto Finca La Anita Chardonnay es un vino cuya uva se cosecha en un punto mayor de madurez, se hace una maduración con lías de fermentación, el vino pasa por una fermentación maloláctica y tiene paso por barrica de roble francés, entre 6 y 8 meses, tiempo que vamos variando según las características de la añada. Es un vino más corpulento, estructurado, con buen volumen de boca y muy aromático” explica Denis. Un vino muy gastronómico, tanto para acompañar platos principales como postres.
Finca Chardonnay y Finca La Anita Chardonnay se consiguen en vinotecas de todo el país a un precio sugerido de $9960 y $17500 respectivamente.
Finca La Anita, una bodega con historia
Finca La Anita está ubicada en Alto Agrelo, Luján de Cuyo, donde los colores del cielo se funden con el blanco de las cumbres de la Cordillera de Los Andes.
Fundada en 1992 por Manuel Mas, Finca La Anita – bautizada así en honor Ana, su madre- cuenta con 72 hectáreas de viñedos propios y equipamiento para elaborar más de medio millón de litros de vino.
Situada sobre la tradicional calle Cobos, en una zona donde en los años 90 abundaban las huertas y chacras, La Anita se erigió como la primera bodega “estate” de Mendoza.
