En el marco del día Internacional contra el Cambio Climático, Cachamai, la marca líder en la elaboración de infusiones con hierbas naturales, se suma a la causa compartiendo consejos para darle una segunda vida a la yerba mate y a los tés, contribuyendo así al bienestar del planeta.
Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) los argentinos beben un promedio de 100 litros de mate por año y para esto consumen 6.4 kilos de yerba en promedio. Es una gran cantidad de yerba mate que luego debe desecharse. Algo similar sucede con los saquitos de té. Si bien el consumo es bastante inferior que el de la yerba, este producto también genera muchos desechos. Ante esta realidad, Cachamai promueve el compostaje de estos productos.
El compostaje es una técnica que recupera residuos orgánicos, como la yerba mate y el té, convirtiéndolos en abono natural para las plantas. Este proceso ocurre de forma natural, mediante la descomposición de los residuos orgánicos con la ayuda de bacterias comunes. Promover el compostaje de yerba mate y té no solo reduce la acumulación de desechos en vertederos, sino que también mejora la fertilidad del suelo y contribuye a la reducción de emisiones de carbono.
Cómo hacer tu propio compost
Para crear compost, se debe empezar por separar los residuos vegetales, como los restos de yerba (asegurándose de secarla al sol antes de agregarla), las bolsitas de té (hay que sacar el contenido de la bolsita, dejar secar y luego agregarlo al compost), cáscaras de huevo y restos de frutas. Estos desechos orgánicos se colocan en una compostera. Para mantener el equilibrio de humedad, se deben alternar capas de materia húmeda con materia seca, como hojas secas, cartón, hojas blancas y tierra.
El proceso de compostaje toma de 3 a 5 meses, y el resultado es una tierra oscura y sin olor que puede utilizarse en macetas, parterres y jardines. Este compost aporta nutrientes que mejoran el crecimiento de las plantas, su capacidad de retener agua y la absorción de la luz solar, entre otros beneficios.