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Chile y Sudáfrica al rescate de viñedos antiguos

Recorrer zonas de Lujan o el este mendocino y encontrarse con viñas de que se arriman o superan los 100 años y de las cuales salen excelentes vinos (el sábado pasado contábamos en Radio Andina de los nuevos vinos del maestro Roberto de la Mota, algunos de los cuales provienen de viñedos de 98 años) es algo bastante común y a las que un sinnúmero de enólogos mendocinos recurren para obtener grandes vinos.

Ese proceso ahora se pone en marcha también en otras regiones vitivinícolas del sur del mundo. En Chile y Sudáfrica por ejemplo se han iniciado procesos de recuperación importantes, en un trabajo destacable del Ing Maximiliano Morales.

En Sabores de Argentina, en nuestra sección Mundo, compartimos esta nota de Andes Wines que refleja este trabajo y del cuál se pueden cimentar interesantes sinergias

 

CHILE Y SUDAFRICA LIDERAN RESCATE DE VIÑEDOS ANTIGUOS

En los últimos años, Sudafrica y Chile iniciaron un proceso para rescatar antiguos viñedos en su territorio, lo que ha traído interesantes sinergias entre zonas rurales alejadas de las ciudades y los consumidores, creando una nueva categoría de vinos que está tomando fuerza entre importadores, distribuidores y críticos de vinos internacionales.

Esta nueva tendencia, para estos países, de producir vinos a partir de viñedos antiguos ha generado un mayor dinamismo del mercado internacional, y ha reactivado zonas rurales abandonadas de Chile y Sudáfrica, gracias al apoyo de grandes viñas, instituciones públicas y privados.

En el caso de Sudafrica, destaca “Old Vine Project”, iniciativa privada cuyo financiamiento inicial provino del empresario sudafricano, Johann Rupert, dueño de Antonij Rupert Wines, L’Ormarins, el cual tiene entre las principales impulsoras, Rosa Kruger, reconocida consultora en vitivinicultura de Sudafrica.

Old Vine Project realizó un interesante protocolo que comenzó con determinar que significaba un viñedo antiguo para Sudafrica. En este caso, viñedos de más de 35 años calificaban para ser incluídos en esta iniciativa, y de esta forma, se crea una conciencia del patrimonio de las viejas parras.

Los enólogos pueden certificar sus vinos como ‘Old Vine’ y el público comprará a sabiendas que son vinos elaborados a partir de lotes de viñedos antiguos que en la mayoría de los casos, estaban abandonados.

Según profesionales de Old Vine Project: “Los viñedos antiguos pueden producir vinos con carácter único. Son vinos que reflejan la inmensidad del paisaje sudafricano, que en la mayoría de los casos es un clima hostil, suelos antiguos muy frágiles, con una geografía extrema.”

El proyecto ha generado una interesante estrategia de promoción en el Reino Unido gracias al apoyo de la oficina de Wines of South Africa, que colabora con la convocatoria y organización de las degustaciones de los vinos de viñedos antiguos.

En el caso de Chile, se implementó en el año 2016 el Programa llamado Nodo Estratégico Chile Vitivinícola 2.0, instancia apoyada e impulsada por CORFO en coordinación con la Asociación Gremial de Vinos de Chile y el Ministerio de Agricultura, donde se generó la hoja de ruta para la industria del vino chilena a partir de un calendario de actividades donde destacaron seminarios, charlas, seminarios, mesas de trabajo y reuniones sectorales.

Según comenta Maximiliano Morales, Ex – Gerente del Nodo Estratégico Chile Vitivinícola 2.0: “Se definieron 4 ejes estratégicos: Cambio Climático, (adaptación a los efectos y agricultura de frontera), Desarrollo de Nuevos Productos, (desarrollo productivo y de mercados), Rescate de Material Genético, (patrimonio, variedades y porta injertos) e Imagen País (desarrollo de la cultura vitivinícola e identidad nacional), los cuales fueron el marco referencial de diversas propuestas público-privadas y soluciones a implementar en acciones tempranas y productos a mediano y largo plazo.

En dichas actividades participaron actores nacionales e internacionales, más de 364 enólogos, agrónomos, académicos, economistas, periodistas y especialistas vitivinícolas, investigadores y técnicos de las Universidades Católica, Chile, de Concepción, Talca, los Centros de excelencia UC Davis Chile, Fraunhofer Chile; INIA, INDAP, CPL, asociaciones gremiales y agrupaciones (Vidseca, Vigno, MOVI, AGEPVVI), INIA Cauquenes, Prodesal de San Rosendo y Nacimiento, Portezuelo, Araucanía Vitivinícola, y las direcciones regionales CORFO desde Maule hasta Aysén, entre otros.

Uno de los hechos más importantes que surgieron luego del Nodo Estratégico Chile Vitivinícola 2.0 fue la creación del Centro de Extensión Vitivinícola del Sur (CEV del Sur), proyecto de tres años liderado por UC Davis Chile junto al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.

El objetivo de esta nueva entidad se focaliza en mejorar la calidad y competitividad del vino producido por viñateros del Tutuvén, Itata, Biobío y Malleco, a través de asesoría directa en vitivinicultura y manejo del viñedo a cargo de enólogos que visitan y guían a los productores.

Para abrir nuevos mercados y promocionar las nuevas marcas de viñedos antiguos, ProChile, que pertenece al Gobierno Chileno, ha co-financiado diferentes presentaciones en Inglaterra, Colombia y Estados Unidos, que fueron creadas especificamente para el segmento de “Cepas Patrimoniales” que en su mayoría son vinos producidos a partir de parras antiguas de país, torontel, moscatel de alejandría y otras variedades que lentamente se están incorporando al portafolio de vinos chilenos como un factor diferenciador.

A diferencia de Sudafrica, en Chile existen viñedos de más de 150 años en plena producción, y más de 4.000 kilómetros que están en pleno proceso de exploración e identificación.

El desafío para Sudafrica y Chile, además de otros países que están comenzando a explorar este nicho es consolidar la oferta y apoyo a los pequeños productores para que estos esfuerzos generen una mejor calidad de vida en las zonas rurales, además de continuar en el proceso de identificación de variedades que se pensaba que estaban perdidas.

En Chile, son más de 50 bodegas, de reconocida trayectoria que están produciendo vinos de viñedos antiguos, además de los mismos productores en las regiones de Maule, Bio Bio, Ñuble, Ohiggins y recientemente Valparaíso, que gracias al apoyo estatal y privado, han vuelto a embotellar vinos con antiguos viñedos.

Según el consultor de marketing de vinos, el ingeniero agrónomo, Maximiliano Morales: «Todo el Norte de Chile, desde la región de Arica-Parinacota hasta el Valle de Aconcagua en la Región de Valparaíso- más de 2.000 kilómetros- debe ser incluído en un programa de identificación de variedades a través de análisis de ADN o ampelografía para definir que potencial de producción de vinos tienen.”

“Hay que enfatizar que se ha realizado un excelente trabajo a través del INIA en Chile para determinar que variedades existen para la producción de pisco- Denominación de Origen desde 1931, que es la más antigua de América y la segunda en el mundo, sin embargo, existen muchas variedades con potencial de producción de vinos dulces, asoleados y secos, que actualmente son embotellados en pequeña escala por productores locales.”