La tan particular, escasa y complicada cosecha 2023 concluyó para los productores en una temporada que requirió tareas específicas en los viñedos. Los cambios climáticos que este año incluyeron heladas tardías y muy tempranas, fuerte sequía y días de extremo calor adelantaron fuertemente la cosecha y desplomaron los rindes a valores históricos bajísimos.
Ricardo González, Enólogo Senior de bodega RJ Viñedos, asegura que “El invierno del año 2022 comenzó tarde y se prolongó hasta bien entrada la primavera, igual que en el año anterior. Mientras las plantas de vid aún tenían sus brotes tiernos, se produjeron varias heladas tardías en diferentes regiones vitivinícolas. Pero la noche del 4 al 5 de noviembre fue especialmente destructiva, afectando en mayor o menor medida a la totalidad de los viñedos. Este acontecimiento resultó determinante para afirmar que esta ha sido una de las cosechas más pobres de los últimos 60 años en la Mendoza”.
González también recordó que “se han registrado tormentas de granizo en épocas tempranas para los viñedos, cuando los granos aún estaban verdes y muy resistentes, y que no afectaron a los viñedos en cuestión. Los regímenes de lluvia en los meses siguientes estuvieron dentro del promedio esperado. Las vides, sometidas a tantas variaciones de temperatura y al estrés de las heladas, necesitaron consumir mucha energía para madurar sus frutos, pero afortunadamente llegaron al final de su ciclo entregando todo lo que tenían para ofrecer: uvas dulces, sanas y concentradas, aunque en pequeña cantidad”.
El enólogo de RJ recuerda que el ciclo de la plantas no descansa nunca y que con la llegada del otoño “actualmente, las vides no descansan en el viñedo, ya que están buscando nutrientes en el suelo para acumular la energía necesaria que les permitirá brotar correctamente en la próxima primavera” momento en que toma suma importancia las llamadas tareas culturales en los viñedos.
El hacedor de los vinos de la bodega ubicada en Pedriel asegura que “en los viñedos de zonas altas, donde se trabajó con viticultura de precisión y adaptación de protocolos, se logró llegar a la cosecha con muy buena sanidad, a pesar de una menor producción. Las uvas estaban bien concentradas, dulces y con la madurez adecuada” y remarca que los nuevos vinos han nacido con “hermosa intensidad y tonalidad de color, amplia expresión frutal y definido carácter varietal, y de muy buena estructura en boca, con intensa presencia de taninos nobles que, aunque potentes, son suaves y con un valor importante para la guarda”.
Desde otra bodega lujanina, Sottano, el responsable de sus vinos Adrián Toledo asegura que “la cosecha de este año ha sido un poco atípica, como todas las cosechas, ya que siempre hay factores cambiantes que influyen en ella. En este caso, la variable que le tocó a la bodega fue el clima, específicamente dos heladas tardías y granizo que afectaron los rendimientos de los viñedos. Algunos lugares perdieron el 30% y otros el 80% o 90% de la uva”.
Toledo remarca que las “condiciones climáticas influyeron en el momento de la cosecha, que se adelantó debido a la maduración temprana de la uva por las altas temperaturas y la falta de agua. A pesar de esto, se obtuvieron vinos frescos, con buena acidez y concentración de color en los prensados de buena estructura. Los taninos son bastante firmes, lo que indica que la calidad será buena, aunque hubo pérdidas de rendimiento”.
El enólogo remarca que la “bodega está conforme con la calidad que se ha obtenido en los vinos. Ahora están terminando de prensar y descubar los últimos tanques, observando cómo se comportan los vinos con el paso del tiempo”.
En tanto desde Sin Reglas Wines, un interesante proyecto que trabaja con uvas provenientes de viñedos de Luján y el Valle de Uco, Andrés Ridois afirma que “estamos atravesando una de las cosechas más desafiantes de nuestra historia. El clima y la estructura han presentado dificultades que sólo podemos superar mediante nuestra creatividad”.
Sin embargo, remarca que “a pesar de ello, tenemos grandes esperanzas en los resultados, pues los vinos que estamos obteniendo son excepcionales. El tiempo parece correr a una velocidad vertiginosa y todavía hay muchas barricas por llegar, pero seguimos trabajando con dedicación para lograr el mejor producto posible”