Vinos y Espumantes

En septiembre llega al mercado Eolo Malbec 2019 de Trivento proveniente de centenarios viñedos

Eolo Malbec 2019, el vino emblema de Bodega Trivento, llegará al mercado en septiembre de este año finalizando su su proceso de elaboración que incluyó 18 meses de guarda en roble fránces de distintos tostados y usos.

El Eolo Malbec 20198 proviene de un centenario viñedo de solo 4 hectáreas ubicado en un terreno elevado sobre la vera norte del río Mendoza, a 983 metros sobre el nivel del mar. Según Germán Di Césare, director enológico de Trivento y autor de Eolo, “la cosecha 2019 es el esperado desenlace de un año de trabajo que, acompañado por las benevolencias del clima, refleja equilibrio y delicadeza”.

Puesto en botella en noviembre de 2020 (con una producción de diez mil quinientas) en las primeras catas antes de llegar a las vinotecas se observa un color rojo violáceo y brillante con reflejos azulados y una delicada combinación de frutos rojos, como frambuesa y cereza, y notas florales como violetas. De taninos sedosos y fluidos, con un  final largo y lineal.

El crítico de vinos norteamericano James Suckling encontró además naranja picante, menta y especias dulces, entre sus notas aromáticas más notorias, para coronarlo con 95 puntos. Asimismo Tim Atkin, Master of Wine, destacó al icónico Malbec con 95 puntos, tras su reciente visita a la nueva bodega de Trivento en Luján de Cuyo.

El viñedo Eolo fue plantado en 1912 en espaldero bajo, con un sistema de poda Guyot doble y riego por  surco con 5.550 plantas por hectárea con un rendimiento promedio de 1,18 kg por planta.

Basados en estudios geológicos, Germán Di Cesare, junto al ingeniero agrónomo Matías Casagrande, trazaron un mapa de los perfiles de suelo que describe al centenario viñedo Eolo. El meticuloso blend de parcelas de Malbec es el fiel representante del terroir de Luján de Cuyo y está compuesto por: 35% de suelo pedregoso calcáreo, 32% de limo arcilloso, 20% con limo arenoso y 13% de suelo mixto.

baner lagus

“El justo balance climático que distinguió al ciclo 2018-2019 imprimió características singulares en el vino”, enfatiza Casagrande. Con un típico invierno seco y frío, seguido de una primavera fresca y algo más húmeda, sin episodios de heladas tardías que pudieran afectar la brotación de las vides, todo complotó a favor de Eolo. El periodo estival se caracterizó por su frescura, con temperaturas de entre 19 y 36°C. No se registraron grandes tormentas de verano ni granizo, que aseguró la sanidad de las plantas.

El ciclo finalizó con un largo y húmedo otoño de días cálidos y noches frescas, que prolongó la madurez de las uvas y permitió el equilibrio de todos los componentes de la baya de una manera casi perfecta.

La cosecha manual del malbec  comenzó el 25 de marzo de 2019 y se realizó en siete etapas definidas por el seguimiento preciso de la madurez de las bayas de cada parcela. Al llegar a la bodega los pequeños racimos, y luego los granos, se seleccionaron también en forma manual, para recibir una molienda suave con rodillos y así comenzar su lenta transformación en vino.

Una vez finalizadas las etapas de fermentación alcohólica y maloláctica, se mudó a barricas de roble francés durante 18 meses. El 50% se mantuvo en barricas de tostado medio, mientras que la otra mitad reposó en fudres de tercer uso. Di Cesare buscó, durante la crianza, el equilibrado aporte del roble en términos aromáticos y de estructura tánica. Por tal razón, solo una porción, algo más del 15%, son barricas de primer uso.

“Buscamos respetar la expresión del viñedo definido por su antigüedad y por los perfiles de la superficie, a su vez la personalidad del vino es signada por la añada”, explica Di Césare. Y añade “Eolo tiene las ventajas únicas de su suelo y su viñedo centenario, lo que nos exige tener una delicadeza muy especial. Con el paso de los años profundizamos en la interpretación de este terruño que se ve plasmado en su identidad”.

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