
Desde 2002, todos los 7 de septiembre se celebra el trabajo de los y las enólogos y enólogas del país. Esta fecha fue elegida en homenaje al día en que Domingo Faustino Sarmiento inauguró la Quinta Normal de San Juan, en 1862. Un enólogo es quien supervisa y controla todo el proceso de elaboración del vino. Se encarga, entre otras cosas, de analizar las técnicas de cultivo de la viña, el proceso de elaboración y crianza del vino, y su correcto almacenaje.
La época de oro de la enología nacional transcurrió en la década de 1970, en donde se llegó a un promedio anual de consumo de 90 litros de vino per cápita, un número alto incluso para el mundo. “Claramente hay que mirar una enología del futuro, pero sin dejar de prestar atención a lo que nos han dejado las generaciones previas, es invalorable ese trabajo. Hay que adaptarse todo el tiempo cómo enólogo. Tenemos hermosos Malbec y riquísimos Cabernet Sauvignon y tanto más, que puedan aportar a la diversidad al paladar de muchas personas” señala Sergio Casé, enólogo de Bodegas Trapiche.
Cuando Alejandra Riofrío se recibió en la Universidad, se abrió una oportunidad para trabajar en Bodegas Navarro Correas y aún allí está. La bodega la vio crecer y convertirse no solo en mamá de dos pequeños sino también en una gran profesional. Son décadas de labor como enóloga y cuenta que le encanta lo que hace, «siempre digo que no me imagino haciendo otra cosa que no sea esto». En una industria casi gobernada por los hombres, ella conquistó el sueño de muchos, ser representante de una marca reconocida a nivel internacional.
En Cafayate, corazón de los Valles Calchaquíes, rodeada de un bello paisaje natural tallado por el sol, montañas y viñedos, se encuentra El Esteco. Sus paisajes los camina todo el año Alejandro Pepa, quien explica los aspectos positivos y negativos de ser enólogo: “En este trabajo, hay satisfacciones y tristezas. Las satisfacciones están en poder levantar toda la cosecha sin dejar uvas en la planta, con la bodega llena. Y las tristezas las tenés cuando se produce una helada antes de la cosecha, o un granizo que deja las plantas peladas y nos arrasa el 60% o más del trabajo de un año”.
Por otra parte, Germán Buk nació en Mendoza en 1981, egresó del Liceo Agrícola y Enológico y se graduó en la Universidad Don Bosco donde obtuvo su título de Licenciado en Enología en el año 2006, recibiendo la medalla de Oro. Desde 2001 realizó varias experiencias laborales en distintas bodegas, tanto en Argentina como en el exterior. Hoy es el enólogo de Finca Las Moras y dice sobre su trabajo: “En mi labor, la honestidad es acercar al consumidor un vino que cumpla con sus expectativas con altos niveles de calidad. Para mí, el foco debemos ponerlo en la satisfacción del cliente y es eso lo que hacemos a partir de nuestra mejor interpretación de cada región”.
En el concepto de terroir tal como lo determinaron los franceses, las personas que trabajan en los viñedos son tan importantes como el clima y el suelo para lograr vinos con carácter, por eso hoy en Argentina se celebra el arduo trabajo que realizan los enólogos.