Gastronomía

Un pájaro azul lleno de sabores

Diego Pistone, es un amante de los desafíos, loco lindo para algunos, para otros un joven inquieto con visión y capaz de apostar por un proyecto que pocos se animarían.

Hace poco menos de un año en una casa algo antigua, rodeada de de parque cercana a la famosa rotonda del avión, puso manos a la obra para montar con paciencia y esfuerzo La Cantina del Pájaro Azul.

Diego confiesa a Sabores de Argentina y Mendoza Económico en Radio Andina, que descubrió el lugar mientras  trabajaba en su anterior proyecto de delivery de frutas y verduras orgánicas. “La casa estaba abandonada y la verdad no sé por qué me metí. Cada vez que llegaba me preguntaba por qué me había metido. Cada arreglo lo hicimos con mi viejo que salía de trabajar y me venía a ayudar”

Él sostiene que Las Heras es un lugar muy especial y con mucho potencial aunque también es consiente que queda un largo camino por recorrer para que las autoridades se sumen y entiendan lo que se puede hacer y agrega “Ahora lo que me está costando cambiar, y mucho, es el prejuicio de la gente de ir a  comer a Las Heras. Por eso estamos trabajando tanto con redes sociales porque la mejor forma de mostrar y derrumbar esos prejuicios”.

El Pájaro Azul apuesta por la gastronomía casera y tradicional y tiene su propia huerta a la vista que provee gran parte de las aromáticas y verduras que se utilizan en la cocina.

Pistone no se involucra en la cocina diaria pero si es el mentor de la carta y de los platos lugar donde no queda afuera su papá que no solo ayudo en la puesta en valor y construcción sino que también prepara varios de los ahumados y chacinados.

A la hora de recomendar Diego apuesta a las empanadas de chorizo, tomate y albahaca con masa de hojaldre casera, los escabeches y el lomo con salsa de mostaza también elaborada por ellos.

En la carta también se contemplan menues veganos y vegetarianos y comida para los niños.

Los días “más picantes” como dice Diego, la Cantina atiende entre 60 y 80 comensales, pero su mentor asegura que todavía no se deja de sorprender de “que todos los días que abro tengo al menos una mesa. Eso para mí es un logro porque estamos en un lugar que no pasa nadie que no sea del barrio, estamos fuera del circuito gastronómico sin embargo viene gente de todos los  departamentos”.

La Cantina del Pájaro Azul está ubicado en la calle Miserere 210 a escasos cien metros de la rotando del avión, y se transforma en una experiencia para conocer y sobre todo disfrutar.

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