Bodegas y Viñedos Viña Alta presenta al último integrante de su línea Esencial: un Naranjo elaborado con uvas Pedro Giménez que destaca por sus aromas cítricos y delicada estructura. Con este ejemplar, Valentina Iudica -propietaria de la bodega mendocina- y sus hijos Emiliano y Candela Rico, rinden un homenaje a Don Miguel Iudica quien, junto a su esposa Susana, fundó el establecimiento mendocino en la década del 60.
Esencial Naranjo fue pensado para satisfacer el paladar cada vez más exigente de los consumidores, siguiendo las tendencias del mercado y atendiendo el legado heredado de los antepasados, una familia de apasionados por el vino. Esta etiqueta es, además, el más claro ejemplo del giro evolutivo dado por la nueva generación que comanda la bodega, construida con mucho orgullo por Don Miguel hace ya 60 años. El establecimiento fue diseñado en principio con una capacidad de 1.000.000 de litros y comercializaba vinos a granel y en damajuana. Ampliada en sucesivas reformas, la bodega hoy tiene una capacidad de 2.015.000 litros, distribuidos en tanques de acero inoxidable, piletas de hormigón y barricas, y se enfoca en la elaboración de vinos modernos, con estilo y representativos del terroir.
Ubicada en el distrito de Montecaseros, San Martín (provincia de Mendoza), Viña Alta cuenta con casi 100 hectáreas de viñedos propios distribuidas en cuatro fincas: tres en el departamento de San Martín y la restante en el departamento de Maipú, en el oasis Este de Mendoza. Allí se encuentran plantadas las variedades de Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Bonarda, Syrah, Tempranillo, Ancellota, Moscatel de Alejandría y Chardonnay, entre otras.
El naranja está de moda
El método de elaboración de los vinos naranjos se remonta a miles de años y consiste en utilizar uvas blancas, como la Pedro Giménez, pero dándoles el tratamiento de las tintas, es decir, permitiendo que el jugo entre en contacto con los hollejos y las semillas de la uva por un tiempo prolongado. Además, son vinos obtenidos sólo a partir de levaduras naturales. Así, los naranjos suelen poseer una estructura muy peculiar -similar a la de un tinto-, y resultan perfectos para acompañar gran variedad de platos, aunque también se los bebe solos, como aperitivo.
Si bien los vinos naranjos comenzaron a popularizarse en Argentina hace unos pocos años, es un estilo que se ha ganado el paladar de los consumidores locales, especialmente en el segmento de los jóvenes, aunque también cautiva a curiosos y experimentados bebedores.
Una particularidad de Esencial Naranjo es que está elaborado con uvas Pedro Giménez, variedad criolla blanca que resultó de la cruza entre la criolla chica y la Moscatel de Alejandría. Es la séptima más cultivada de Argentina (la provincia de Mendoza posee el 76,2% de la superficie plantada con esta cepa) y ocupa el primer lugar entre las blancas. Se la utiliza fundamentalmente para la producción de vinos blancos genéricos, pero en este caso Viña Alta apuesta por su frescura y acidez para crear un Naranjo fuera de serie y con potencial de guarda.
Un vino único para una línea premium
Esencial es la línea más reciente de Bodegas y Viñedos Viña Alta, compuesta por un Cabernet Franc y un Malbec, ambos criados con maderas exóticas; un Blanc de Blancs Dulce Natural, y el Naranjo de Pedro Giménez.
Esta última colección de la bodega fue pensada para compartir, para sorprenderse y arriesgarse. Remite al origen, a lo elemental y también a las cosas fundamentales de la vida: la familia, los amigos, el amor y el compartir un buen vino.
Como en todas las líneas que, junto a Esencial, componen el portfolio de Viña Alta -Tupac Premium, Tupac Reserva, Chateau Cordillera y Colección Artística-, el packaging se destaca por un diseño cuidado y atractivo, que invita al análisis de los detalles como preámbulo del brindis. Por eso, las etiquetas de esta flamante línea refieren al cuerpo, a los sentidos, a la vida y a esas pequeñas cosas que son Esenciales en nuestra vida